Definición. La depresión psicógena tiene su origen en conflictos psicológicos y surge a partir de una causa evidente por lo que se la considera reactiva. Presenta menos síntomas físicos que la de origen orgánico y surge como consecuencia de carencias en la infancia, eventos traumáticos, pérdidas significativas, abandono, padres emocionalmente distantes, atmósfera hogareña hostil y agresiva, abuso sexual y/o emocional, enfermedad física, estrés prolongado, etc. (Lemus, 2005).
En el caso de la depresión endógena u orgánica, tiene como origen un desorden fisiológico. Hay diferentes tipos de ésta depresión, como ser la depresión mayor (originada por una disfunción bioquímica del cerebro, es hereditaria y contiene por tanto un elemento genético. Por lo que al explorar el árbol genealógico es común encontrar a familiares que hayan padecido depresión e incluso llegado al suicidio. Se presenta como crisis o episodios depresivos alternados con períodos de normalidad); la distimia o depresión crónica (estado depresivo de por lo menos dos años en que la persona está depresiva la mayor parte del tiempo, casi todos los días); ladepresión bipolar o neurosis maníaco-depresiva (es una alternación de períodos de estado depresivo profundo a estados de euforia e hiperactividad); la depresión tóxica (presenta su origen bajo el uso o abuso de algunos fármacos, abuso de alcohol o secuelas de enfermedades virales), y por último la depresión post-parto, que puede presentarse al tercer o cuarto día luego del parto y puede durar una semana aproximadamente.
La depresión en general es un estado de ánimo que se caracteriza por anhedonia, que es la incapacidad de disfrutar y de interesarse por las cosas, una disminución de la vitalidad, cansancio exagerado que aparece luego de realizar un esfuerzo mínimo, casi todos los días, durante dos semanas o más. También deben estar presentes al menos dos de los siguientes síntomas: disminución de atención y concentración, ideas de culpa y de inutilidad, pensamientos suicidas, autoagresiones, trastorno del sueño, pérdida o aumento del apetito, visión sombría del futuro, sentimientos de inferioridad y pérdida de autoconfianza (The ICD-10 Classification of Mental and Behavioral Disorders. Ginebra, 1992, citado por Espinosa, Caraveo, Zamora, Arronte, Krug, Olivares, Reyes, Tapia, García, Doubova y Peña, 2007).
Descripción de la enfermedad
La depresión es un problema que afecta cerca de 121 millones de personas de la población mundial. Sus características principales giran en torno a un cambio en el estado de ánimo, el sueño y en el funcionamiento en general (Moussavi 2007; World Health Organization 2000, citados por Moratos, Gold, Wang y Creawford, 2008). Llega a afectar a personas de todos los sexos, edades y contextos (World Health Organization, 2001, citado por Moratos, et als., 2008).
Los síntomas incluyen: anhedonia, fatiga, deterioro de la capacidad de concentración (World Health Organization, 1992, citado por Moratos, et als., 2008), pero también se caracteriza por una disminución de la autoestima y sentimientos de culpa. En los casos extremos puede desencadenar intentos de suicidio y hasta la consumación del mismo. Los síntomas se agrupan en cuatro tipos (afectivos, cognitivos, conductuales y físicos). Dentro de los síntomas afectivos se encuentran el humor bajo, desánimo y tristeza. Dentro de los síntomas cognitivos se presentan los pensamientos negativos sobre sí mismo, el mundo y el futuro. En los síntomas conductuales hay una disminución de la actividad social y conductas que solían ser habituales, también se presenta una lentitud al andar y al hablar, desgano o una agitación motora. Y por último, los síntomas físicos que pueden variar en cuanto a la disminución o incremento, pero estarían los relativos al sueño, apetito, falta de energía, etc. (Pérez Álvarez y García Monto, 2001).
Criterio diagnóstico del DSM-IV para depresión mayor
A. Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser (1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o de la capacidad para el placer.(DSM IV, Pichot, Aliño y Miyar, 1995).
(1) estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto (p. ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej., llanto).
(2) disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u observan los demás).
(3) pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del 5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día.
(4) insomnio o hipersomnia casi cada día.
(5) agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
(6) fatiga o pérdida de energía casi cada día.
(7) sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo).
(8) disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
(9) pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto.
C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o una enfermedad médica (p. ej., hipotiroidismo).
E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. ej., después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor.
Características Diagnósticas
Los criterios para especificar la gravedad de la depresión dependen de sus síntomas. En el síndrome depresivodeben haber por lo menos tres síntomas del criterio A y B. se trataría de pacientes en riesgo y que tendrían la necesidad de consejería médica (Espinosa, et als., 2007).
La depresión puede presentar tres posibles apariciones: leve, moderada o grave. En la depresión leve debe haber dos de los tres síntomas del criterio A, más dos de los síntomas complementarios del criterio B. Y puede haber una dificultad en lo social y laboral. En la depresión moderada debe haber al menos dos de los tres síntomas del criterio A, más tres o más del criterio B. además de presentar dificultades graves en lo social y laboral. Ya en la depresión grave debe haber los tres síntomas del criterio A y por lo menos cuatro del criterio B, aparece el riesgo del suicidio y graves dificultades en lo social y laboral (Espinosa, et als., 2007).
Hallazgos de enfermedades médicas asociadas
Existen diversas formas en que la depresión puede relacionarse con las enfermedades médicas. Ya sea que la enfermedad médica cause la depresión, que la enfermedad médica facilite la depresión a causa de una susceptibilidad del paciente al medio, que ambos cuadros preexistan independistamente uno del otro, que el enfermo médico funcione de forma desadaptativa como consecuencia del pronóstico y síntomas de la enfermedad médica o que los síntomas depresivos surjan a causa de el consumo de fármacos (Serrano, 2002).
Algunas de las enfermedades médicas cuya primera manifestación es el síndrome depresivo son: Patología tiroidea (Hipertiroidismo y Hipotiroidismo), Enfermedad de Cushing, Hiperparatiroidismo, Carcinoma de páncreas, Tumores del Sistema Nervioso Central ,Enfermedad de Parkinson, Enfermedad de Huntington, Demencia de Alzheimer, Enfermedad de Wilson, Esclerosis múltiple y Porfiria aguda intermitente.
Pero también el síndrome depresivo es frecuente en enfermedades como la Epilepsia, Cefaleas, Enfermedad de Addison, Hipovitaminosis, Lupus eritematoso sistémico, Enfermedad de Lyme y Mononucleosis infecciosa (Serrano, 2002).
Síntomas dependientes de edad y sexo
La depresión suele ser una experiencia diferente en las mujeres, dependiendo si ocurre durante la etapa reproductora, en alguna etapa de la vida en especial, en el embarazo, con el síndrome premenstrual, en el período postparto o la menopausia (Tobar, 2003).
Prevalencia
Según un capítulo del trabajo titulado “La salud de las Américas” (OPS-OMS, 1998), donde se observan los trastornos mentales en la Argentina, la información sobre la prevalencia de las enfermedades mentales es muy escasa. Pero señala que los más afectados son el grupo de personas entre los 30 y 55 años de edad. Según la Organización Mundial de la Salud dentro de los trastornos representativos en el 2001, se encuentran los desórdenes depresivos que llegaron a alcanzar a 340 millones de personas a nivel mundial (Shapira, 2001).
Etiopatología
La depresión puede aparecer debido a los genes, pero si bien los genes predisponen al individuo a la enfermedad, esto no es suficiente para que ella se presente. Generalmente los desencadenantes de la depresión, pueden ser hechos estresantes o tener una vida infeliz. Se puede originar por: alcoholismo o drogadicción, maltrato o rechazo en la infancia, estrés cónico, la muerte de un ser querido, desilusión, medicamentos como tranquilizantes y antihipertensivos, enfermedades como hipotiroidismo, cáncer, hepatitis, deficiencias nutricionales como falta de folato y ácidos grasos omega 3, pensamientos negativos, un dolor prolongado o tener una enfermedad grave, problemas de sueño, aislamiento social, etc. (Tango, 2007/2008).
No se ha logrado establecer una causa directa que desencadene esta patología, aunque se evidencian causas de origen genético, hereditario, aspectos anatomofuncionales, psicofisiologicos, neuroquímicos, cronobiológicos, neuroendocrinológicos, estacionales, de personalidad, identidad y psicosociales (Del Pilar Sarmiento, 2005).
Autora: Lic. Rhiner Vanesa
Bibliografía:
Del Pilar, S., (2005). Musicoterapia en un caso de trastorno del ánimo:depresión, neurosis severa.
Espinosa, Caraveo, Zamora, Arronte, Krug, Olivares, Reyes, Tapia, García, Doubova y Peña. (2007). Guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de depresión en los adultos mayores. Revista electrónica de salud mental, 30(6).
Lemus, M. T. (2005), Depresión y suicidio. Herencia del mundo moderno.
Moratos A., Gold, C., Wong, X. y Crawford, M. (2008). Musicoterapia para la depresión. Cochrane plus, 2. Obtenido el 25 de marzo de 2009 de la base de datos Cochrane plus.
Pérez Alvarez, M. y García Montes, J. M. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la depresión.Psicothema, 13(003). 493-510.
Pichot, P., Aliño, J. J. y Miyar, M. V. (1995). DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.Barcelona: Masson.
Serrano, F. (2002). Depresión en enfermedades médicas. Anales. Del Sistema Sanitario de Navarra, 25(3), 137.
Shapiro, V. (2001, 7 de abril). Angustia y depresión, una amenaza creciente. Ciencia y salud. La Nación.
Tobar, F. (2003). Tendencias económicas y epidemiologicas en salud mental. Programa de Investigación Aplicada-Isalud.
Tango (2007). Depresión. Extraído el 10 de abril de 2008 desde: http://http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/ article/003213.htm.