El problema surge cuando, en problemáticas complejas multidimensionales, se insiste en la unidimensionalidad del problema, se lo aborda de una forma reduccionista y por tanto resulta insuficiente. Es aquí donde surge la necesidad de la interdisciplina, disciplinar entre distintas disciplinas una realidad compleja. Lo que se intenta es articular las distintas disciplinas para un mismo fin.
La condición humana nace en el “entre” de los humanos, y cuando surgen problemáticas, las respuestas a esto se abordan en un espacio interdisciplinario como ocurre con lo humano. Esto sería solamente una alternativa de trabajo para problemáticas complejas, ya que no es la única manera de abordar las distintas problemáticas (Galfré y Barinboim, 2001).
El desafío consiste en adquirir nuevos conocimientos y renovar los viejos. Por lo que el tema de la interdisciplina está relacionado con una demanda mayor de conocimientos que necesitamos para entender las problemáticas.
Las distintas disciplinas surgieron a raíz del intento de una construcción que pudiera interpretar la distinción de la división que se daba en la realidad. Por lo que las distintas disciplinas ocupaban distintas realidades como ser: la física, el derecho, la medicina, la psicología, etc. Como dice José A. Castorina (1990) en la práctica los intercambios interdisciplinarios surgen como respuesta a demandas sociales por medio de problemáticas complejas, y no por causa de los pensamientos teóricos-críticos.
La interdisciplina surge de la indisciplina de los problemas que se presentan, de la necesidad de disciplinarlos y por lo que las disciplinas disponibles resultan ineficientes. La verdad es una construcción social y no debe confundirse con la tecnología, que sería la capacidad de prever efectos no deseados y producir los deseados. En este aspecto la verdad es resultado de la interrelación del hombre sobre un fenómeno en un contexto social, natural e histórico (Galfré y Barinboim, 2001).
Se distinguen cuatro momentos del devenir disciplinario, estos son: 1) disciplina, 2) multidisciplinariedad (primer contacto entre las distintas disciplinas, sabiendo de la existencia de todas ellas), 3) interdisciplinariedad(interacción entre las distintas disciplinas, como proceso, y 4) disciplinariedad (nuevo marco conceptual, donde surgen espacios comunes y autónomos para cada disciplina).
Según Castorina (1990), las condiciones mínimas que deben reunir los intercambios entre disciplinas son: la existencia previa de las disciplinas involucradas con un grado de consolidación para poder organizar lo teórico-metodológico; la delimitación de problemas que superan las fronteras alcanzadas históricamente por las disciplinas particulares; los intercambios de tales problemas son locales por lo que el intercambio sobre las cuestiones no es en la totalidad del sistema teórico y experimental de cada disciplina; el intercambio que se produce modifica y enriquece a cada disciplina, ya que se ven los enfoques de las mismas, se revisan las hipótesis propias sobre los problemas lo que también implica que como causa de la novedad se producen cambios; los intercambios exigen la formación del equipo de trabajo, por lo que los equipos no sólo deben planificar sino que deben estar dispuestos al diálogo entre investigadores, lo que implica un desafío; el intercambio de la diversidad de disciplinas debe lograr la articulación entre las mismas sin que pierdan la identidad y la autonomía, propia de cada una (Galfré y Barinboim, 2001).
Nora E. Elichiry (1987) habla de las condiciones para poder producir un clima apropiado entre miembros de otras disciplinas y su intercambio de conocimientos. Por lo que ella plantea unos requisitos para que se produzca apropiadamente un clima de cooperación y de trabajo. Que son: trabajo en equipo (cooperación dentro del grupo de trabajo); intencionalidad (que la relación sea provocada y no fortuita); flexibilidad (por parte de cada disciplina, habiendo apertura por parte de las misma, con búsqueda de técnicas, métodos y con disponibilidad para el diálogo); cooperación recurrente (poder lograr una cohesión del equipo gracias a la continuidad de la cooperación); y reciprocidad (intercambio de métodos, códigos lingüísticos, técnicas, etc.). (Galfré y Barinboim, 2001).
Autora: Lic. Rhiner Vanesa.
Bibliografía:
Castorina, J. A. (1990). El aprendizaje en la perspectiva Interdisciplinaria. Aprendizaje Hoy, 4, 27.
Elichiry, N. E. (1987). El niño y la escuela. Buenos Aires: Nueva Visión.
Alfré, O. y Barinboim, B. (2001). Salud y familia: la relación entre enfermedad y dinámica familiar. Aportes para el desarrollo del tema. Extraído el 9 de junio de 2009 desde: http://www.ub.edu.ar/investigaciones/dt_nuevos/78_galfre.pdf