La Psicología
Positiva tiene como objetivo de trabajo el mejorar la calidad de nuestras vida
y sentirnos mejor y más felices. Los especialistas en esta área de la
Psicología la denominamos la "ciencia del bienestar". Uno de sus
aplicaciones más notables es que nos ayuda en la gestión de nuestro día a día y
por ello ayuda a que no nos sobrecarguemos y que planeemos en nuestra vida
actividades y rutinas positivas, de crecimiento personal, que efectivamente
tendrán como resultado una menor ansiedad, un menor estrés. En este artículo
quiero presentarte cuatro formas de conseguir una mayor felicidad en nuestras
vidas. Comencemos:
1. Date
permiso para ser humano.
Darte el
permiso para ser humano significa permitirte sentir plenamente todas tus
emociones - las positivas y las negativas. Pensamos que si experimentamos
ansiedad, tristeza, miedo o envidia debe de haber algo malo en nosotros. En
realidad, lo opuesto nos hace estar más cerca de la verdad de la vida. Sí
habría algo malo en nosotros si jamás experimentáramos emociones como el
envidiar cosas, nos enfadáramos, nos contrariáramos, nos pusiéramos tristes o
sintiéramos nerviosismo.
- Acepta que las emociones negativas son una parte natural de la vida.
- Admite delante de ti mismo y de tus personas cercanas cuando te sientes triste.
- Te puedes permitir tener sentimientos negativos, y por ello precisamente no te rindas, pierdas la esperanza o te resignes.
- Concéntrate en tus emociones. Lo primero es ponerles nombre (¿cómo te sientes? ¿Estás enfadado cuando en realidad sientes melancolía por haber perdido algo importante?)
2. Simplifica
tu vida.
Muchas veces
nos sentimos muy ocupados - como si tratáramos de comprimir más y más
actividades en menos tiempo. Como resultado, en ocasiones fallamos para
encontrar las fuentes potenciales de felicidad alrededor de nosotros - sentir
felicidad en el trabajo, con un amigo, con alguien a quien queremos, o con un
niño; escuchando música, gozando de un bello paisaje. La presión del tiempo y
de horarios nos lleva a sentimientos de frustración y pueden tener un efecto
negativo en la productividad y en la creatividad.
- Observa en tu interior con detenimiento y siente como estás en tu vida, en tu día a día.
- Evita y olvida las distracciones durante tus momentos de ocio y de placer. Hay momentos para las obligaciones y momentos no menos importantes para el disfrute. Ídem para el trabajo. Dedica un tiempo libre de interrupciones a trabajar.
- Diariamente, haz alguna actividad que te haga cargar las pilas.
3. Reconoce
la importancia de la conexión mente – cuerpo.
Ejercicio
físico, meditación y una respiración profunda son esenciales para nuestra salud
física y emocional. Ayudan a aliviar los síntomas de depresión, estrés y
ansiedad, además de mejorar nuestras relaciones, trabajo, sueño y nivel de
felicidad. Muchos de nosotros conocemos la importancia del ejercicio físico,
pero a menudo ignoramos la importancia de la conexión entre lo físico y lo
psicológico.
- Práctica la respiración profunda. Es sencillo y puedes aplicarla en muchos momentos del día y lugares.
- Iníciate en la meditación. Hay diferentes tipos de meditación, puedes probar varias y profundizar en aquella que más te guste.
4. Céntrate
en lo positivo.
Nuestra
felicidad depende no solo de lo que tenemos, si no en si apreciamos o no lo que
tenemos. Esto explica que una persona que parece tenerlo todo pueda ser
infeliz, mientras que una persona que tenga relativamente poco pueda vivir una
vida plena. La investigación en psicología positiva muestra que focalizándonos
en lo positivo y aprendiendo a estar agradecidos por todo aquello de lo que
disponemos, podemos conseguir niveles altos de felicidad. Igualmente ello nos
relaja y nos descomprime.
- Piensa en aquello de lo que puedes poner, en aquello de lo que dispones y recréate en ello.
- Consigue que la gratitud llegue a ser un hábito en la vida.
Autor: Antoni Martínez.