Pages

Relaciones Tóxicas


Cuando hablamos de relaciones tóxicas lo primero que solemos pensar es en una mala gestión emocional de pareja, pero en realidad este tipo de relaciones se dan en cualquier ámbito social, como puede ser el de una amistad o el familiar. Se trata de relaciones que enganchan, sentimos como que quedamos atrapados en una red negativa de la que nos es muy difícil salir.

¿Qué se considera una relación tóxica?
Si a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hace sentir mal, porque tu vibración cambia, porque te alteras hasta puntos que nunca creíste llegar, si te sientes manipulado cuando utiliza los sentimientos de culpa, sarcasmo o ironía para contradecirte, si sientes que no mereces ese trato pero no acabas de poner fin a esta relación, entonces estás atrapado en una relación tóxica.

En definitiva se trata de una relación donde una o ambas partes sufren, más que gozan, por el hecho de estar juntos. Los miembros se ven sometidos a un gran desgaste emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos que pueden salvar esta unión.

Al tratar de acomodarnos a la otra persona lo que hacemos es desvirtuar la realidad ¿En qué sentido? Nos convencemos a nosotros mismos que si no mostramos malestar sobre ciertos aspectos que nos incomodan, evitaremos una nueva confrontación. ¿Pero que pasa cuando llegamos al autoengaño? Que nos enfermamos física y emocionalmente. No olvidemos que la represión emocional  provoca ansiedad y estrés.

Por otro lado empiezan los problemas de comunicación, si no nos mostramos como somos ¿cómo nos van a entender los demás?, por lo que todo este conjunto de malestares acaban pasándonos factura.

Las razones por las que podemos mantener una relación tóxica pueden ser muy diversas, pero casi todas tienen una serie de puntos en común, los cuales pasaré a detallar a continuación:

Baja Autoestima
¿Qué es la autoestima? Es un conjunto de percepciones, valoraciones y sentimientos que hacemos con respecto a nosotros mismos. Se considerará baja cuando nuestras creencias estén basadas en no ser merecedores de algo mejor, por lo que en el caso de este tipo de relaciones se tiene la idea de que no podemos estar sin esa persona porque ella es la que siempre ha estado ahí para ayudarnos en todo. Empiezan las preguntas recurrentes como ¿quién me va a cuidar? ¿quién me va a amar? ¿quién me va a animar a seguir adelante?.

Creer que somos la solución a sus problemas
Por el contrario podemos tener la sensación de que nosotros somos salvadores de esa persona, que podemos calmar sus malestares y conseguir que vea la realidad desde otro punto de vista idóneo para ambos. Se fantasea con el hecho de que hemos llegado a su vida para hacerlo cambiar, que con nosotros la cosa será diferente. Esto provoca mucha frustración y mucho sufrimiento, ya que hemos basado nuestra relación en unas expectativas poco reales, en vez de basarla en el aquí y ahora.

Si bien es verdad que se pueden cambiar rasgos de personalidad en la otra persona, esto sólo sucederá cuando ésta esté dispuesta a cambiarlos y no antes. Por lo que el deseo de mejorar la vida del otro no tiene que significar que el otro la quiera mejorar, es ahí donde se produce la frustración. No podemos cambiar el entorno, pero si la actitud con la que nos enfrentemos a él.

Yo soy la víctima en esta historia
Llegamos a creernos las palabras hirientes que nos dicen y pensamos ¿quién nos va a querer más que él/ella?. Si tan mala persona soy y no me merezco nada, ¿cómo voy a dejar esta relación con la suerte que he tenido de dar con alguien que si me aguante?. Ese miedo a quedarnos solos y pensar que tenemos lo que merecemos, es lo que acaba siendo más limitador. Una vez más aparece la inseguridad.

Dependencia Emocional
Tratamos de suplir carencias afectivas, pretendemos que el otro nos de lo que nosotros mismos no somos capaces de gestionar. Esta sensación en ocasiones nos lleva a mendigar cariño y es cuando empiezan los desencuentros emocionales.

Miedo a quedarse solo
Quizás esta sea la característica más común, ya que por miedo a no quedarnos solos toleramos cualquier tipo de relación, aunque ésta nos haga sentir mal. Pero lanzo una pregunta al aire ¿no es peor la sensación de estar sólo aún estando acompañado?.

No hemos de confundir soledad con desolación, la soledad es un estado en el que la persona encuentra la paz interior, la desolación es sentir esa carencia de no estar acompañado de alguien que consideramos nos aporta lo que nosotros no sabemos gestionar.

Miedo a lo que está por venir
Otras personas se acomodan dentro de esta relación, por mucho malestar que les aporte, por miedo a seguir adelante con su vida y abrir nuevos caminos. Es lo que supuestamente se conoce como Zona de Confort o Seguridad, aunque en este caso es una seguridad ficticia.

¿Cómo gestionar una relación así?
Trabajando la autoestima, estableciendo límites al malestar y aprendiendo a comunicarse asertivamente.

Una cosa está clara, el amor no es malestar, ni dependencia, ni miedo, es libertad y satisfacción. Si no sentimos eso, entonces no es amor.

Autora: Ciara Molina

Arteterapia



Definición
Arteterapia es una disciplina del campo de la Psicoterapia en la que se emplean recursos de las artes con objetivos terapéuticos. Ella resulta de la convergencia de las teorías de la Psicología y las técnicas y conocimientos artísticos, abarcando así las especialidades de Musicoterapia, Danza/movi-miento terapia, Psicodrama, Biblioterapia y Arte Terapia (plástica).


Objetivo
Su objetivo es utilizar herramientas que faciliten la expresión y comunicación de aspectos internos del individuo, cuya puesta en palabras resulta incompleta o dificultosa por diversas causas, apelando a medios no verbales.


Arte Terapia (Plástica)
Se trabaja con dibujos, armados, esculturas de pequeño tamaño, collages, y otras técnicas provenientes de las artes plásticas.

Nos interesa permitir que emociones y sensaciones que intervienen en un proceso terapéutico tomen colores, líneas, formas y movimientos para profundizar en los contenidos que afloran. De tal manera, hacemos que el material inconsciente se haga presente en forma visual para trabajar sobre el mundo de las imágenes internas del psiquismo de la persona.

Propiciamos la producción de sentido posible a partir del trabajo plástico, teniendo en cuenta que el arte es un lenguaje simbólico entre otros disponibles para el ser humano.

Entendemos por lenguaje simbólico a la diversa forma expresiva humana tal que remita a una significación. Así, son lenguajes simbólicos tanto el lenguaje verbal en su forma oral o escrita, el lenguaje corporal, el lenguaje gestual, el lenguaje musical, el lenguaje de señas, el lenguaje plástico, etc.

No es necesario que el paciente cuente con ningún conocimiento artístico previo para participar de este modelo terapéutico. Las técnicas que se imple-mentan, aunque son muy variadas, son sencillas de implementar en las sesiones.

Se eligen en función de la situación particular de cada paciente. Incluso se crean algunas que resultan específicas para necesidades puntuales durante el transcurso del proceso terapéutico. También suelen utilizarse materiales no convencionales.


¿Dibujar o hablar?
La producción artística ocupa un lugar de herramienta intermediaria en el proceso terapéutico, para que a posteriori se proceda a su elaboración en el plano consciente. Esto quiere decir que la propuesta de dibujar (o realizar una producción plástica con cierta técnica específica) tiene un sentido, que es descubrir aquello que no es dicho en palabras con facilidad, y esto no excluye a la palabra de este procedimiento. De tal manera, se opera sobre la ampliación del espectro expresivo y sobre el descubrimiento de contenidos habitualmente ocultos, facilitando el acceso a ellos. Así es que las imágenes hacen emerger material inconsciente.

Una de las diferencias entre el lenguaje verbal y las artes plásticas es que las palabras tienen una significación predeterminada y las imágenes plásticas no. Sin embargo, ¿a quién no le ha ocurrido la experiencia de no encontrar las palabras adecuadas para expresar un sentimiento, una emoción o un pensamiento? Incluso careciendo de significación previa, las imágenes tienen un sentido para quien las dibuja, lo sepa o no en el momento de producirlas. Es sobre ello con lo que se trabaja en Arte Terapia.

Otra diferencia entre lenguaje verbal y arte plástico es que la imagen está más potenciada por el componente emotivo que la palabra, componente indispensable en un proceso terapéutico. Siendo entonces que en el trabajo terapéutico todo lo que se mueve alrededor del eje afectivo / emocional es primordial, lo expresivo y creativo sirve para canalizar este aspecto.

Este modelo de trabajo permite al paciente mayor participación en el tratamiento ya que toma un lugar activo. Esto genera mayor seguridad en sí mismo y motivación para la comprensión de los contenidos de las producciones.

Los modelos clásicos de terapia han utilizado la palabra como el canal privilegiado de comunicación entre el paciente y el terapeuta. Los Arte Terapeutas incluyen las imágenes conscientes de que en un dibujo o producción plástica, aquello que debe expresarse puede lograrse de forma más directa.

Si bien la mayoría de los adultos se sienten atemorizados ante una caja de colores y una hoja de papel en blanco, la expresión surge del individuo en forma espontánea si se le da la posibilidad, se lo contiene y se lo estimula correctamente. Así es que el material existente en nuestro inconsciente toma formas visuales.

El arte
El arte se presenta a lo largo de la historia de la Humanidad como parte de cada cultura, representando las vicisitudes presentes en cada sociedad y en cada época, siendo inherente a la expresión y a la comunicación del hombre. Los artistas siempre han sabido representar aspectos propios de la sociedad y la cultura en las que han vivido. En este sentido el arte es un medio expresivo y comunicativo por excelencia.

Si bien existen ciertas asociaciones de significaciones para colores y formas aceptadas culturalmente, cada persona tiene su propio repertorio de asociaciones, lo sepa conscientemente o no.


El lugar de la producción
El medio creativo no verbal es utilizado como herramienta intermediaria, y vamos junto al paciente en busca del sentido que tiene dentro del proceso terapéutico. De tal manera que no es el producto artístico el objetivo de esta práctica, sino el contenido - la mayor de las veces inconsciente - que va arrojando a lo largo del trabajo con cada paciente.

La experiencia demuestra que los pacientes van descubriendo lo que habita sus imágenes a medida que las van describiendo, lo que tiene un efecto sorpresivo muy interesante.

El arte permite acceder a la posibilidad de nombrar y significar aquellos contenidos que no están disponibles fácilmente - por las razones que fueran - para trabajar sobre ellos, aunque si bien no todos los pacientes, por su patología particular, están en reales condiciones de verbalizar, el trabajar solamente desde el nivel de la imagen, mantiene su potencial expresivo y terapéutico.



Fuente: Asociación Argentina de Arteterapia.