Conceptos de
la Muerte y Respuestas al Duelo
Todos los niños son únicos en su comprensión de la muerte y en su respuesta al duelo. Esta comprensión se ve influida por su nivel de desarrollo, habilidades cognitivas, características de personalidad, creencias religiosas y culturales, estímulos de los medios y por lo que los adultos en sus vidas les enseñan sobre la muerte y el duelo.
Todos los niños son únicos en su comprensión de la muerte y en su respuesta al duelo. Esta comprensión se ve influida por su nivel de desarrollo, habilidades cognitivas, características de personalidad, creencias religiosas y culturales, estímulos de los medios y por lo que los adultos en sus vidas les enseñan sobre la muerte y el duelo.
·
Bebés hasta los 2 años:
Concepto de la Muerte: Este grupo de edad por lo general no comprende el significado de la
muerte, pero los niños tienen conciencia de la pérdida y de la separación.
Reaccionan más ante las reacciones emocionales de los adultos en su medio y a
cualquier alteración de sus horarios.
Respuesta al Duelo: Los bebés pueden buscar a los difuntos y ponerse ansiosos como resultado
de la separación. Las reacciones comunes incluyen: protestas, un cambio en los
hábitos de sueño, disminución de la actividad y pérdida de peso.
·
Preescolares (de 2 a 4 años):
Preescolares (de 2 a 4 años):
Concepto de la Muerte: Para este grupo de edad, la muerte es
vista como algo temporal y reversible. Los preescolares usualmente no
visualizan la muerte como algo distinto de la vida y no ven a la muerte como
algo que les suceda a ellos. Los comentarios típicos incluyen: "¿Cuándo
volverá mi mami a casa?" "¿Cómo hace (la persona fallecida) para
comer o respirar?"
Respuesta
al Duelo: Por lo general, la respuesta emocional de este grupo es
breve pero intensa, ya que tienden a estar orientados hacia el presente. Los
preescolares están más preocupados por la alteración en los patrones de cuidado
o por las reacciones emocionales de los adultos en sus vidas. Otras respuestas
típicas incluyen: confusión, agitación nocturna, sueños atemorizantes y comportamientos
regresivos, tales como orinarse en la cama.
Primera Infancia (de los 4 a los 7 años):
Primera Infancia (de los 4 a los 7 años):
Concepto de la Muerte: Este grupo todavía considera a la muerte como algo reversible. Los niños a
veces se sienten responsables de la muerte debido a pensamientos o sentimientos
que tuvieron sobre la persona fallecida, a veces llamado "pensamiento
mágico". "Es mi culpa. Estaba enojado con ella y deseé que se
muriera."
Respuesta al Duelo: La repetición de preguntas sobre el proceso de la muerte es típica de este grupo de edad. "¿Cómo? ¿Por qué?" Pueden jugar a actuar la muerte o el funeral como un intento de atravesar su duelo. Pueden comportarse como si nada pasara. Otras respuestas típicas incluyen: ira, tristeza, confusión, dificultad para comer, para dormir o comportamientos regresivos como orinarse en la cama.
· Años Intermedios (de los 7 a los 11
años):
Concepto de la Muerte: Este grupo de edad
puede querer ver a la muerte como algo reversible, pero comienzan a verlo como
algo final. Todavía no piensan en la muerte como algo que puede ocurrirles a
ellos o a los miembros de su familia, sino a la gente anciana o muy enferma. Pueden
creer que pueden escapar a la muerte a través de sus propios esfuerzos. También
pueden ver a la muerte como un castigo (particularmente antes de los nueve
años). Los niños de este grupo de edad pueden desarrollar miedos a daños y
mutilaciones corporales y pueden tener miedo que otros seres queridos
fallezcan.
Respuesta al Duelo: Este grupo de edad por lo general quiere conocer detalles muy específicos
sobre la muerte. Pueden llegar a preocuparse por cómo otros están respondiendo
a la muerte. Pueden poner en acción su ira y su tristeza y tener problemas para
progresar en la escuela. También pueden desarrollar una actitud bromista sobre
la muerte o pueden retraerse y ocultar sus sentimientos. Los niños de esta edad
a veces se preocupan mucho por su propia salud. Otras respuestas típicas
incluyen: conmoción, negación, tristeza y regresión.
Miedo tristeza ira. Reacciones Comunes ante el Duelo
El rango de reacciones emocionales, físicas y de comportamiento que los niños pueden exhibir en respuesta a la muerte de una persona significativa puede incluir:
El rango de reacciones emocionales, físicas y de comportamiento que los niños pueden exhibir en respuesta a la muerte de una persona significativa puede incluir:
§ Síntomas
Físicos: Jaquecas, dolores de estómago, fatiga, cambios en los hábitos
alimenticios, falta de concentración.
§ Conmoción
Emocional: Creer que la muerte no ocurrió, por lo general, ya que darse cuenta es abrumador
; pueden no demostrar ningún sentimiento.
§ Curiosidad: Pueden querer conocer los hechos acerca
de la muerte (por qué, cuándo, cómo, dónde, etc.)
§ Tristeza: Puede ser expresada verbalmente, a través de lágrimas o a través del
retraimiento . El niño o niña puede sentirse solitario/a.
§ Ira: Puede sentir que él o
ella ha sido "abandonado/a". La ira puede estar dirigida hacia la
persona que falleció, hacia otros, hacia Dios, hacia el doctor.
§ Actuar
Comportamientos: El comportamiento externo puede
reflejar sentimientos internos de ira hacia la muerte, frustración por no saber
qué hacer con los abrumadores sentimientos e impotencia al saber que la
situación no puede ser modificada.
§ Comportamientos
Regresivos: Ejemplos incluyen: necesitar ser sujetados en brazos o mecidos, dificultad
para separarse de personas importantes, necesidad de dormir en la cama de los
padres, dificultad para realizar tareas apropiadas a su etapa de maduración,
orinarse en la cama y chuparse el pulgar.
§ Alivio: Puede ocurrir si el
ser querido había estado sufriendo o si el niño o niña tenía una relación
difícil con la persona fallecida.
§ Temor: Puede tener miedo de
enfermarse o de morir, de la oscuridad o de la separación y abandono de parte
de un ser querido.
§ Culpa: Si el niño o niña se
siente responsable por la muerte porque dijo o hizo algo "malo" antes
que la persona falleciera, si el niño o niña siente alivio por la muerte o si
el niño o niña "deseó" que la persona falleciera.
§ Aceptación: Comprender que la
muerte es definitiva.
Alentar tranquilizar tocar. Reacciones Complicadas ante el
Duelo
Es importante recordar que todas las respuestas emocionales, físicas y de comportamiento arriba enumeradas son expresiones normales de duelo en los niños. Un niño puede experimentar algunas o todas estas reacciones o puede no mostrar reacción alguna.
Es importante recordar que todas las respuestas emocionales, físicas y de comportamiento arriba enumeradas son expresiones normales de duelo en los niños. Un niño puede experimentar algunas o todas estas reacciones o puede no mostrar reacción alguna.
Se sabe perfectamente que el tiempo es un factor
importante en el proceso de duelo. Si cualesquiera de estos comportamientos se
prolonga, se agrava y/o afecta en gran medida la capacidad del niño de realizar
funciones normales (por ejemplo, la escuela, el aseo personal, la interacción
con sus compañeros), puede resultar útil la asistencia profesional de maestros,
pediatras, clérigos o profesionales de la salud mental.
Las siguientes reacciones al duelo pueden requieren
asistencia inmediata de un profesional calificado:
§ Pensamientos suicidas.
§ Abuso de drogas o alcohol.
§ Pesadillas o alteraciones del sueño prolongadas.
§ Culpa excesiva y/o inadecuada.
§ Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
§ Retraimiento y/o tristeza extremos.
§ Comportamientos en los que se corren riesgos peligrosos.
Guías para
Ayudar a los Niños en Proceso de Duelo
Todos vivimos el duelo cuando un ser querido muere, incluyendo a los niños. El proceso de duelo ayuda a la gente a curar su dolor. El dolor es una reacción natural ante la pérdida de alguien cercano. Si bien es natural querer proteger a nuestros hijos del dolor de la pérdida, esto es imposible. Los niños necesitan nuestra ayuda para encontrar la aceptación de su pérdida.
Todos vivimos el duelo cuando un ser querido muere, incluyendo a los niños. El proceso de duelo ayuda a la gente a curar su dolor. El dolor es una reacción natural ante la pérdida de alguien cercano. Si bien es natural querer proteger a nuestros hijos del dolor de la pérdida, esto es imposible. Los niños necesitan nuestra ayuda para encontrar la aceptación de su pérdida.
Las siguientes son guías que puede usar para ayudar a
los niños con su duelo:
§ Lo más importante que hay que recordar para ayudar a los niños a
enfrentarse a la muerte de un ser querido es permitirles expresar su duelo a su
propio modo y en su propio tiempo. Los niños necesitan sentir que está bien hablar de la muerte. Los
adultos deben hacerles saber a los niños que están disponibles para escucharlos
y ayudarlos, y que está bien llorar
cuando uno está triste.
§ Es importante no ser categórico y no sugerirle al niño o a la niña como
debe o no debe sentirse. La risa y el comportamiento juguetón no significan que
el niño no esté viviendo el duelo. También es normal que un niño se sienta
enojado, herido o abandonado por el ser querido que falleció.
§ También está bien si el niño no
desea hablar. A veces los niños están molestos, pero no pueden especificar por
qué. Es importante darles tiempo y aliento para que compartan sus sentimientos.
El contacto físico (abrazos) ayuda al niño o niña en proceso de duelo a
sentirse seguro expresando emociones y también le garantiza que es amado/a y
que cuidarán de él o ella.
§ También es importante permitirle al niño que se
preocupe por usted. Esto puede ser tranquilizador para un niño.
Duelo, fuerza, apoyo
§ Es importante que los adultos expresen sus propios sentimientos sobre la
muerte porque dar el ejemplo de la expresión del duelo les da permiso a los
niños para expresar también sus sentimientos. Sin embargo, no se puede esperar
que los niños vivan el duelo del mismo modo que los adultos.
§ Es importante decirle al niño la verdad sobre las circunstancias de la
muerte de un ser querido. La explicación debe ser simple, evitando eufemismos
tales como, "pasó a mejor vida", "expiró", "se
fue", "se fue a dormir". Los niños pueden creer que la persona
volverá o despertará o pueden tener miedo de irse a dormir.
Explique qué significa "muerto", es
decir, que el cuerpo ha dejado de funcionar. Podría ser útil; particularmente
con los niños más pequeños, decir, "Cuando la gente muere ya no respira,
no come, no habla, no piensa y no siente".
Puede ser de gran ayuda
explicarle a un niño que siempre conservará en su interior los recuerdos y
sentimientos compartidos con el ser querido.
§ Cuando el ser querido por un niño fallece a causa de una enfermedad grave,
es importante distinguir claramente con el niño la diferencia entre una
enfermedad menor o un resfriado y una enfermedad grave. Esto ayudará a evitar
que el niño o la niña se imaginen que él, ella u otro ser querido podrían morir
la próxima vez que enfermen.
§ Es importante responder a todas las preguntas del niño siendo lo más
específico y honesto posible. Es muy importante comprobar si un niño ha
comprendido lo que se le dijo. A veces la mejor manera de responder a la
pregunta, "¿Cuándo te vas a morir?" es formular una pregunta
aclaratoria como por ejemplo, "¿Te preocupa que no estaré aquí para
cuidarte?"
Está
bien decir que no sabe la respuesta si el niño hace una pregunta difícil.*
§ Si el niño o la niña sienten que pudieron haber "causado" la
muerte, es importante explicarles acerca de la causa de la muerte y hacerles
entender que cualquier pensamiento que él o ella pudiesen haber tenido sobre la
persona no provocaron la muerte.
§ La religión es una importante fuente de fuerza para la gente durante el
proceso de duelo. Es importante recordar que los niños toman las cosas de
manera literal, por lo que explicaciones tales como, "Es la voluntad de
Dios" o "Bonnie está feliz en el cielo" podrían provocar temor o
confusión, en lugar de consuelo, particularmente si la religión no ha jugado un
papel importante en la vida del niño.
Es
importante preguntar cómo el niño percibe lo que se le explica sobre la muerte.
§ Es importante hablar sobre la persona que ha fallecido. Usted también puede
alentar al niño o niña a compartir sus recuerdos. Ver álbumes de fotos e ir a
lugares especiales que recuerden al ser querido al niño o niña (incluyendo la
morada final) puede ser importante.
§ Los padres pueden verse tentados a "enviar lejos a los niños"
cuando hay una pérdida, ya fuere para protegerlos de los sentimientos de dolor
o porque les resultare difícil cuidar de ellos mientras estén viviendo su
propio duelo. Durante el período de duelo, los niños a menudo se sienten más
reconfortados por los entornos y las rutinas familiares y la separación puede
incrementar sus miedos sobre el abandono.
El trabajo de duelo toma más
tiempo para algunos niños que para otros. Es importante no presionar a los
niños a retomar sus actividades normales.
§ Los padres en proceso de duelo necesitan cuidar de sí mismos. Los
adultos que han perdido a un ser querido serán mucho más capaces de ayudar a
los niños a atravesar su duelo si obtienen ayuda para sí mismos. Acepte los
ofrecimientos de ayuda y apoyo que haga la gente. Los parientes y amigos pueden
realizar trámites, cuidar de los niños, etc.
Emociones cariño recuerdo. Rituales y Ceremonias
Los rituales son una parte importante de la vida humana, independientemente de la edad y la experiencia de vida de cada uno. Cuando ocurre una muerte, los adultos se enfrentan a decisiones difíciles sobre si incluir o no a los hijos en los rituales fúnebres, tales como funerales, servicios conmemorativos y visitas al cementerio.
Las siguientes sugerencias pueden ayudarlo a tomar
estas decisiones:
§ Nunca obligue al niño a ver o a tocar el cuerpo, el niño necesita que se le
brinde esa elección y que dicha elección sea luego respetada. Si el niño o la
niña van a ver el cuerpo, es útil recordarles que la muerte es definitiva y
describir qué aspecto podría tener el cuerpo. Para algunos niños, tocar el
cuerpo puede ser una forma de satisfacer su curiosidad, decir adiós o expresar
su amor.
§ Los niños tampoco deben ser obligados a asistir a un ritual, como por
ejemplo un funeral o servicio conmemorativo. Sin embargo, es importante
comprender las razones del niño para no desear asistir, por lo que se debe
platicar acerca de cualesquiera temores o preguntas.
Siempre prepare a los niños para lo que ocurrirá en
cualquier ritual fúnebre. Describir los eventos en detalle (lo que verán, cómo
podría reaccionar otra gente, etc.) puede ayudar a disminuir las ansiedades de
los niños sobre el acontecimiento.
Hágales saber que está bien llorar y que también está
bien no tener deseos de llorar. En el ritual, permita que el niño o la niña
digan adiós a su manera. El niño quizás desee llevar un obsequio especial para
poner en el ataúd o decirle adiós al difunto.
La atención y cariño adicionales de parte de los
adultos pueden ser necesarios para que los niños no se sientan olvidados o
abandonados. Considere hacer arreglos con un adulto confiable para que un niño
o niña pueda dejar el funeral o servicio conmemorativo antes de tiempo si así
lo desea.
§ Recuerde a los niños que el ser querido fallecido ya no siente nada,
entonces ser enterrado o cremado no será doloroso. Si el niño desea ver el
cuerpo antes de una cremación, la mayoría de las funerarias pueden arreglarlo.
Cuando le describa la cremación a un niño, puede ser de gran ayuda decir:
"La cremación es cuando se usa calor para transformar el cuerpo en
cenizas".
§ Las visitas al cementerio pueden ser de gran ayuda. Las visitas pueden ser
una forma de decir adiós o de satisfacer la curiosidad natural. Explique lo que
el niño o niña verá durante la visita al cementerio y permítale que haga
preguntas. Colocar flores sobre la tumba o llevar un regalo o recuerdo especial
puede ser útil.
§ A algunos niños les resulta de gran ayuda escribir una carta al difunto.
Otros niños, particularmente los más pequeños, son capaces de expresar
emociones haciendo dibujos de la persona fallecida o dibujos sobre sus
recuerdos de la persona fallecida. Otra sugerencia es hacer que el niño o niña
plante un árbol o flores en recuerdo de su ser querido.
El cumpleaños y el aniversario de la muerte del
ser querido del niño pueden reconocerse llevando a cabo un ritual o teniendo un
momento de recuerdo.
Aprender ayudar cuidar . Recursos para el Duelo de los Niños
Libros Útiles sobre los
Niños y el Duelo (en inglés):
1. Buscaglia, Leo, (1982) Freddie la Hoja [ Freddie the Leaf .] Holt, Rinehart and Winston.
2. Fassler, Joan, (1971) Mi Abuelo Murió Hoy [ My Grandpa Died Today .] New York: Behavioral Publications Co.
3. Grollman, Earl, (1967) Explicando la Muerte a los Niños [ Explaining Death to Children .] Boston: Beacon.
4. Krementz, J., (1988) Qué se Siente Cuando Muere Uno de los Padres [ How it Feels When a Parent Dies.] New York: Knopf.
5. Wolfelt, Alan, (2001) Curando su Corazón Doliente para los Niños [ Healing Your Grieving Heart for Kids.] Ft. Collins, CO: Companion.
6. Wolfelt, Alan, (1983) Ayudando a los Niños a hacer frente al Duelo [ Helping Children Cope with Grief.] Bristol, PA: Desarrollo acelerado.
7. Worden, J.W., (1996) Los Niños y el Duelo: Cuando Uno de los Padres Muere [ Children and Grief: When a Parent Dies.] New York: Guilford Press.
2. Fassler, Joan, (1971) Mi Abuelo Murió Hoy [ My Grandpa Died Today .] New York: Behavioral Publications Co.
3. Grollman, Earl, (1967) Explicando la Muerte a los Niños [ Explaining Death to Children .] Boston: Beacon.
4. Krementz, J., (1988) Qué se Siente Cuando Muere Uno de los Padres [ How it Feels When a Parent Dies.] New York: Knopf.
5. Wolfelt, Alan, (2001) Curando su Corazón Doliente para los Niños [ Healing Your Grieving Heart for Kids.] Ft. Collins, CO: Companion.
6. Wolfelt, Alan, (1983) Ayudando a los Niños a hacer frente al Duelo [ Helping Children Cope with Grief.] Bristol, PA: Desarrollo acelerado.
7. Worden, J.W., (1996) Los Niños y el Duelo: Cuando Uno de los Padres Muere [ Children and Grief: When a Parent Dies.] New York: Guilford Press.
Otros Recursos para Niños en Proceso de Duelo:
§ Consejeros escolares
§ Iglesias
§ Organizaciones de hospicios
§ Consejeros infantiles y familiares
§ Familiares y amigos
§ Pediatras
§ Bibliotecas y librerías
Autora: Mónica Ceballos
Recio