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Guía Completa para Padres – Protege a tus Hijos en Internet


Introducción

1. Teléfonos móviles y apps
2. Streaming de contenido y televisores inteligentes
3. Consolas para gaming y juegos online
4. Redes sociales
5. Ciberbullying
6. Privacidad y seguridad de la información
7. Visualización de contenido inapropiado en Internet
8. Los depredadores de Internet
Conclusión



Introducción

Hoy en día vemos noticias diariamente sobre el impacto de la tecnología en nuestra vida cotidiana. Muchos hemos empezado a pensar cómo nos afecta la tecnología a nivel personal, pero… ¿Cuántos de nosotros nos hemos parado a pensar en cómo afecta ésta a nuestros niños?

El 85% de las madres afirmó usar la tecnología para mantener ocupados a sus niños.

Los niños reciben su primer dispositivo con acceso a internet cada vez a edad más temprana. El mismo estudió reveló que el 83% de los hogares estadounidenses tienen tablets, y el 77% tiene smartphones.

Incluso en el colegio, la tecnología está por todas partes. Los profesores marcan tareas que requieren herramientas e investigar en la red, y usan aplicaciones para gestionar las tareas.

La tecnología se está adaptando constantemente y está aquí para quedarse, pero muchos no se paran a pensar en el riesgo que implica ésta en cuanto a la ciberseguridad. Un estudio reciente reveló una cifra alarmante: el 68% de los padres nunca supervisa lo que hacen sus hijos en Internet – y la actividad en Internet aumenta año tras año.

Para muchos niños, el mundo online es más real que el mundo real. Es vital para el bienestar de nuestros niños que comprendamos lo que ven en la red, tanto lo bueno como lo malo que hay en ella y el impacto que tiene en su bienestar físico y emocional.

El problema, como admitiremos muchos de nosotros, es que sentimos que realmente no comprendemos el mundo online. Instagram, Snapchat y Twitter son bastante desconcertantes de por sí, por no hablar de 4chan o TOR. Además, no creemos tener la habilidad técnica necesaria para movernos por este entorno tan complejo.

La buena noticia es que no es tan difícil establecer ciertos controles técnicos para proteger a tus niños en Internet. Aún más importante es lo siguiente: lo mejor que puedes hacer para proteger a tus niños es hablar con ellos. Establece límites claros sobre aquello a lo que pueden acceder en la red y cuándo, pero sin olvidar estar ahí para tus hijos cuando cometan un error o hayan ido demasiado lejos. ¿Acaso no es básicamente eso en lo que consiste ser padres?

En esta guía completa hablamos de 8 áreas a las que debes prestar atención a medida que navegas por este complejo mundo online. Dependiendo de la edad de tus hijos, no todo será relevante para ti. Entiéndelas no como pautas sobre lo que debes hacer ahora, sino como cosas a las que debes prestar atención a medida que tus hijos crecen.


1. Teléfonos móviles y apps

De acuerdo con una investigación del consumidor de Influence Central, la media de edad a la que los niños obtienen su primer smartphone es de 10 años.

Poner un smartphone en las manos de tu hijo tiene sus ventajas. Un teléfono es una herramienta de seguridad excelente: tu hijo puede usarlo para hacerte saber que ha llegado a su destino, llamarte para que lo recojas o realizar llamadas en caso de emergencia. Además, también puedes usar el GPS de su teléfono para rastrear su ubicación. Saber que tus hijos siempre están a tu alcance ofrece una gran tranquilidad a todo padre.

Los smartphones, no obstante, también pueden utilizarse de manera incorrecta, lo que pone en riesgo a los niños. Dado que éstos son dispositivos personales, no solemos saber lo que nuestros hijos hacen con ellos o cómo los usan.

Si estás considerando poner un smartphone en las manos de tu hijo, disponer de una serie de pautas y consejos de antemano ayuda. Aunque tu hijo ya tenga un smartphone, no es demasiado tarde para revisar las normas familiares. Demuéstrales que tener un smartphone conlleva una gran responsabilidad.

Aplica reglas sobre el uso del teléfono inteligente con tu hijo/a. Asegurarte de que tus hijos te incluyen en sus actividades telefónicas ayudará a protegerles.

Existen muchas medidas que puedes tomar para implementar seguridad en el teléfono:
Haz que tu niño firme un contrato para aceptar el smartphone antes de darle uno. Imprime una lista de normas del teléfono móvil y colócala en un lugar visible de tu hogar.
Descarga controles paternos. Las apps de control paterno, para los casos de los más jóvenes, te permiten limitar el uso del dispositivo por parte de tu hijo, determinar su ubicación y monitorizar sus llamadas y mensajes. Estas apps también te permiten desactivar ciertas funciones en diferentes momentos. Por ejemplo, desactivar los mensajes de texto mientras conduces.
Establece límites – cuándo puede tu hijo usar un smartphone y durante cuánto tiempo al día.
Sé un ejemplo para tu hijo. No lleves tu teléfono a la mesa a la hora de la comida, y no mandes mensajes mientras conduces.
Establece una ubicación central en tu casa donde se carguen los teléfonos. Los teléfonos deben permanecer fuera de la habitación de tu hijo y no deben usarse bien entrada la noche.


2. Streaming de contenido y televisores inteligentes

Nos gusta mirar atrás y recordar una época en la que toda la familia se reunía alrededor del televisor para disfrutar de algo juntos (en la realidad, probablemente muchos de nosotros teníamos un televisor en nuestras habitaciones y pasábamos muchas horas viendo la TV sin demasiada orientación de nuestros padres).

Dicho esto, el streaming de contenido se ha vuelto muy popular y existen más series de TV y películas al alcance de nuestra mano que nunca, mucho de lo cual no es adecuado para niños.

Los servicios de streaming, no obstante, tienen grandes ventajas. Muchos contienen una programación educativa para niños y numerosos documentales. La mayoría no muestra anuncios, por lo que tus niños no estarán bombardeados con mensajes comerciales por todas partes como ocurre cuando ven la TV tradicional. Puedes abrir todo un nuevo mundo para tus niños con el contenido en streaming – la clave consiste en la manera de utilizarlo.

La mayoría de los grandes proveedores de contenido en streaming tienen controles paternos, algunos más fuertes que otros. Netflix te permite crear perfiles separados para ti y para tus niños.

Utilizando estas herramientas puedes asegurarte de que tus hijos sólo tienen acceso a contenido apropiado para su edad. Debido a que el menú de niños de Netflix tiene un color diferente del menú corriente, puedes ver fácilmente si tus hijos acceden a contenido que les permites ver o no. Sin embargo, esto no evita que los niños entren en tu perfil, por lo que tienes que mantenerte alerta. iTunes y Apple TV permiten a los padres a establecer niveles de clasificación al contenido que ven sus hijos. Por el contrario, Amazon Prime no tiene controles paternos, por lo que lo único que puedes hacer es cerrar tu sesión y no compartir la contraseña.

Todas estas herramientas, no obstante, no sustituyen el tener conversaciones frecuentes con tus hijos sobre lo que ven en Internet.

Controla el tiempo que dedican a la TV limitando el número de horas al día, incorporando la configuración parental, hablando con tu hijo/a sobre el contenido que visualiza y dedicando tiempo a ver la TV como familia.


3. Consolas para gaming y juegos online

Según el grupo NPD, el 91% de los niños estadounidenses de edades entre 2 y 17 años juegan a videojuegos. Las consolas llevan tiempo siendo una fuente de preocupación para muchos padres; con tantos juegos con contenido violento o sexual, es importante tener cuidado con el tipo de juegos al que juegan tus hijos.

Además, en los juegos de consolas que tienen un componente multijugador y en aquellos que se juegan únicamente online, se está abierto a abuso por parte de otros jugadores. Muchos juegos permiten a jugadores de todas partes del mundo chatear, lo cual potencialmente puede exponer a los niños a acoso y ciberbullying.Asimismo, los niños también pueden hacer amigos en la red y pueden dar su información personal.

Los juegos también son un gran modo de que los niños desarrollen una serie de habilidades. Estos ayudan a los niños a desarrollar capacidad de resolución de problemas, aprender a comprometerse con objetivos a largo plazo y a trabajar en equipo, y también pueden ser una manera estupenda de fortalecer los lazos familiares. Por fortuna, la mayoría de las consolas ofrecen controles paternos fuertes, por lo que los padres pueden monitorizar las sesiones de juego de sus hijos.

Anima a tus hijos a hablar sobre los juegos a los que suelen jugar. Asegúrate de que el perfil de tu hijo esté configurado como privado. Plantéate tener la consola en un espacio compartido y social. Estudia la calificación de edad de los juegos. Utiliza controles paternos para crear perfiles. Controla la clase de personas con las que tu hijo puede hablar online.


4. Redes sociales

Aunque el formato ha cambiado, los padres llevan años preocupándose de las series de TV y los videojuegos de sus hijos. Las redes sociales, por otra parte, constituyen una nueva preocupación.

El uso de las redes sociales es prácticamente universal entre los adolescentes de EE.UU.: el 71% de ellos usa más de una red social. Hoy en día los niños pasan una cantidad enorme de tiempo en las redes sociales. Una encuesta hecha por la organización sin ánimo de lucro Common Sense Media mostró que los niños de 8 a 12 años de edad pasaban seis horas al día online, muchas de ellas en redes sociales, ¡y los de 13 a 18 años la desorbitada cantidad de nueve horas al día!

Según un estudio reciente de Harvard, aunque la mayoría de redes sociales requieren que sus usuarios sean de al menos 13 años de edad, el 68% de los padres afirmaron haber ayudado a sus hijos a crearse una cuenta.

Las redes sociales pueden ser especialmente adictivas para preadolescentes y adolescentes. Su uso también abre la puerta a una serie de cuestiones como ciberbullying, intercambios inapropiados o charlas con desconocidos (más al respecto abajo).

El acceso a las redes sociales es también algo primordial hoy en día en el desarrollo de la identidad social de los adolescentes y constituye su modo de conectar con sus amigos. Ppuede ser una manera sana de relacionarse; la clave consiste en establecer ciertos límites para que sea una experiencia positiva.

Crea un entorno seguro. No permitas a tus hijos usar las redes sociales hasta que tengan la edad suficiente. Ten el ordenador en un lugar público. Limita el tiempo de uso de las redes sociales. Bloquea el acceso según ubicación a todas las apps. Configura los ajustes de privacidad. Controla la actividad de tus hijos en Internet.


5. Ciberbullying

Las vidas de nuestros hijos han pasado a la red. Las de quienes hacen bullying, por desgracia, también.

El ciberbullying suele aparecer en las noticias e incluso hay casos de suicidios debido al acoso online.

El ciberbullying ocurre en todas las plataformas nombradas arriba y tiene diversas formas: divulgación de rumores, envío de mensajes amenazantes en redes sociales o por mensajes de texto o email, suplantación de identidad y subida de material vergonzante a Internet bajo el nombre de otro niño, difusión de fotos privadas sin permiso o, en general, hablar de otro niño en Internet con el objetivo de humillarlo o degradarlo.

El ciberbullying es especialmente dañino porque es algo muy público. En el pasado, si un niño sufría bullying en el patio, posiblemente sólo algunos compañeros lo verían. Hoy en día la información más personal de un niño se puede difundir por la red, y permanece ahí para siempre a menos que se denuncie y se consiga eliminar.

El ciberbullying puede afectar negativamente la reputación no sólo de la víctima sino también del abusador, y puede tener una gran repercusión en el futuro de ese niño – por ejemplo, en su entrada en la universidad o su vida laboral.

También se trata de algo muy persistente. Si un niño es víctima de bullying tradicional, su hogar a menudo constituye un refugio; en cambio, dado que las plataformas digitales están siempre disponibles, a las víctimas de ciberbullying les cuesta encontrar alivio.

Suele ser muy difícil saber si tu hijo está siendo víctima de bullying online – es menos probable que los padres y profesores se percaten ya que ocurre en la red. Según la organización de seguridad en Internet i-SAFE, menos de la mitad de los niños que fueron víctimas de bullying online contarin a sus padres u otros adultos lo que les estaba ocurriendo. De hecho, según una encuesta del gobierno estadounidense, el 21% de los niños de entre 12 y 18 años de edad ha sufrido bullying, y se estima que el 16% lo sufrió en Internet.

La mejor manera de prevenir el ciberbullying consiste en prestar atención a la conducta de tu hijo; pueden presentarse una serie de señales de alarma.

Puede que un niño que sufre bullying cierre su cuenta de redes sociales y abra una nueva. Puede que empiece a evitar situaciones sociales, incluso si antes solía disfrutar de ellas. Las víctimas (y los responsables) de ciberbullying a menudo ocultan su pantalla o dispositivo cuando otras personas están cerca y se nota cierto secretismo en cuanto a lo que hacen online. Pueden incluso llegar a sufrir angustia emocional y volverse retraídos.

Habla con tu hijo sobre el ciberbullying.


6. Privacidad y seguridad de la información

Como padres, nos concierne enormemente el efecto del mundo online en el bienestar emocional y físico de nuestros hijos. Los niños son susceptibles a amenazas a la seguridad de la información que pueden causar daños económicos. Estas son las mismas amenazas que a las que se enfrentan los adultos: malware y virus, estafas de suplantación de identidad y robo de identidad.

El problema radica en que los niños tienen mucha menos experiencia y tienden a confiar con más facilidad que nosotros, los adultos cínicos. A los niños, compartir información personal como su nombre completo o dónde viven puede no parecerles gran cosa. Pueden incluso ser engañados y compartir los datos de tu tarjeta de crédito a terceros malintencionados.

Los hackers y ladrones tienen una serie de modos de sacar información a los niños. Las descargas gratuitas de juegos, películas y hasta tonos para el móvil que se anuncian específicamente para niños pueden infectar tu ordenador con virus y robar tu información.

Algunos hackers fingen ser empresas legítimas como Google y envían emails que solicitan la contraseña de tu hijo. También pueden fingir ser uno de sus amigos.

¿Qué debes hablar con tu hijo?
Con tus hijos debes hablar de las grandes amenazas que hay en Internet hoy en día.Asegúrate de que sepan lo que es un ataque de phishing y del aspecto habitual de una web de juegos fraudulenta para que no caigan en dichas estafas.
Asegúrate también de que mantengan toda su información privada y que nunca muestren en sitios públicos su nombre completo, número de teléfono, dirección o la escuela a la que acuden.neer
Habla con tus hijos de contraseñas. Tener una contraseña sólida es la primera y mejor medida para prevenir el hacking y el robo de identidad. Utilizar un generador de contraseñas seguras como el nuestro viene como anillo al dedo, y probar a crear contraseñas juntos es un modo divertido de asegurarte de que la contraseña de tu hijo es lo más sólida posible.
Di a tus hijos que deben evitar usar wifi pública – para los hackers es una manera fácil de entrar en su dispositivo.

Lo que puedes hacer para crear un entorno seguro:

  • Instala un programa antivirus sólido en tu ordenador de casa y en los dispositivos de todos los miembros de la familia.
  • Considera instalar una VPN en tu ordenador. Una VPN o red privada virtualcifra tu conexión y hace que tu navegación sea anónima. Ello hace que sea mucho más difícil que un hacker acceda a un dispositivo y robe tu información privada.
  • Si tú y tus hijos utilizan muchos dispositivos diferentes en casa, considera instalar una VPN en tu rúter. De ese modo, todo el tráfico de Internet que pasa por el rúter estará protegido y no habrá necesidad de instalar la VPN en cada uno de los dispositivos.
  • Instala un ad blocker (bloqueador de publicidad) para que tus hijos no tengan que lidiar con publicidad engañosa que pretenda que descarguen programas maliciosos a tu ordenador.
  • Si tus hijos tienen smartphones, asegúrate de que sus ajustes de seguridad ajustes de seguridad estén configurados al máximo nivel.
7. Visualización de contenido inapropiado en Internet

Dado que Internet es un lugar tan abierto y público, los niños se pueden encontrar con contenido para adultos, el cual les puede resultar desconcertante, confuso o inquietante. Por “contenido inapropiado” muchas personas pueden entender cosas diferentes, como palabrotas, violencia o contenido de naturaleza sexual.

No es fácil, pero algún día tendrás que tener una conversación con tus hijos sobre las cosas con las que pueden encontrarse en Internet. Muchos niños no acuden a sus padres cuando ven algo que quizás no deberían haber visto por miedo a que sus padres se enfaden con ellos y les quiten sus dispositivos o el acceso a Internet.

Si tu hijo acude a ti en esta situación, lo mejor que puedes hacer es responderle tranquilamente y estar abierto al diálogo. Si el contenido es de naturaleza sexual, seguramente tu hijo ya se sienta bastante incómodo, especialmente al hablar con sus padres de este tipo de cosas. Hazle saber que estás ahí para él o ella y preparado para contestar a cualquier pregunta sin juzgar.

Los jóvenes ven contenido sexual online por todo tipo de razones. Podrían haberlo visto por error, un amigo podría habérselo enviado o podrían haberlo buscado ellos mismos por curiosidad natural.

Ayuda mucho hablar con tus hijos honestamente y sin pelos en la lengua sobre el sexo, y tocar el tema de la pornografía es una parte fundamental de ello. Muchas investigaciones han revelado que la pornografía puede tener un efecto perjudicial en los jóvenes, distorsionando su visión del sexo y convirtiéndolo en algo poco sano e irreal. La pornografía también puede hacer que la gente vea a los demás como objetos y no como personas con sus propios sentimientos y pensamientos; al mismo tiempo, tener curiosidad sobre el sexo y las relaciones es algo perfectamente normal. Esta conversación es una gran oportunidad para hablar a tus hijos de recursos positivos sobre la sexualidad.

También existe una serie de pasos que puedes llevar a cabo para evitar que tus hijos acaben expuestos a contenido para el que no están preparados, como establecer controles paternos en tu conexión a Internet. Eso sí, recuerda que los arreglos técnicos no son sustituto de la comunicación abierta con tus hijos.

Comunícate con tu hijo/a:


  • Haz saber a tus hijos que siempre pueden contar contigo si algo les preocupa o si tienen preguntas sobre cualquier cosa que hayan visto online.
  • Hazles saber que tener curiosidad sobre el sexo y las relaciones es algo perfectamente normal. Dirígelos hacia recursos online positivos como Brook y Thinkuknow. Thinkunow es especialmente adecuado para niños jóvenes, y está organizado en diferentes páginas de contenido adaptado para diferentes rangos de edad. Puede resultarte útil echar un vistazo a la web con ellos y hablar sobre algunos temas.

Pasos que puedes seguir para bloquear contenido inapropiado:

  • Establece filtros que bloqueen contenido inapropiado como la pornografía.Tu ISP (proveedor de servicios de Internet) debería ofrecerte controles paternos gratuitos, al igual que la mayoría de consolas. Son bastante fáciles de configurar.
  • Establece Google como modo “seguro” para que tus hijos no vean accidentalmente contenido inapropiado en los resultados de búsqueda.
  • Instala un ad blocker para evitar virus que puedan tener contenido inapropiado.


8. Los depredadores de Internet

Nuestra última sección trata sobre la amenaza más oscura y terrorífica de todas: los depredadores de niños en Internet. Según el Departamento de Justicia de EE.UU., el 13% de los jóvenes con acceso a Internet ha sido víctimas de insinuaciones sexuales no deseadas, y a uno de cada 25 niños se le han preguntado datos de su vida real.

Los depredadores llevan a cabo una práctica conocida como grooming, la cual consiste en establecer una relación con un niño con la intención de abusar de él o ella posteriormente.

Internet ha hecho la vida más fácil a este tipo de depredadores de niños. Los depredadores escogen a sus víctimas a través de cualquier medio online: redes sociales, email, mensajes de texto y otros; sin embargo, el método más común es a través de las salas de chat. El 76% de los encuentros online con depredadores sexuales empieza en una sala de chat.


Estos depredadores suelen crear varias identidades en Internet, haciéndose pasar por niños para engañar a niños y empezar a hablar con ellos. Averiguan todo lo que pueden sobre los niños que tienen como objetivos investigando sus perfiles en redes sociales y lo que han compartido de ellos en las salas de chat.

Pueden ponerse en contacto con varios niños a la vez, pero suelen centrar sus esfuerzos en los más vulnerables. Estos depredadores no están satisfechos simplemente con chatear con niños en Internet, y a menudo engañan y seducen a sus víctimas para conseguir que realicen actividad sexual online a través de webcam o que envíen imágenes explícitas. También pueden intentar quedar con sus víctimas y abusar de ellas en persona.

No siempre es fácil descubrir si un niño está siendo víctima de grooming, especialmente dado que la mayoría lo guarda en secreto. Existe una serie de señales preocupantes: los niños que son víctimas de grooming pueden volverse muy reservados, ya que el depredador suele amenazarles para que no cuenten nada a sus padres o amigos. Los niños también pueden volverse tristes, retraídos, distraídos y tener cambios de humor rápidos. Es de vital importancia hacer saber a tu hijo que estás ahí para ellos y que puede hablar contigo de cualquier cosa.

¿Qué debes hablar con tu hijo?

Habla sobre el riesgo de los depredadores de Internet. Asegúrate de que tienen cuidado de con quién hablan y de no compartir información personal con desconocidos.
Haz saber a tus hijos que pueden acudir a ti con cualquier problema que puedan tener, sin importar cuál sea.
Reflexiona sobre la posibilidad de ver contenido educativo al respecto con tus hijos, como los excelentes vídeos de Thinkuknow.
Si sospechas que tu hijo puede estar en riesgo, busca ayuda en su colegio, contacta con un trabajador social o informa a la policía.

Conclusión

Existen muchas herramientas técnicas que pueden ayudarte a cuidar la seguridad de tus hijos en Internet. Algunas de ellas son las VPNs, el software antivirus, los filtros de Internet y los controles paternos, pero ninguna es verdaderamente suficiente para mantener a tus hijos totalmente a salvo.

Como hemos repetido una y otra vez en esta guía, la clave no consiste en dominar una serie de herramientas técnicas (de hecho la mayoría son muy fáciles de configurar, por lo que no dejes que te asuste unos posibles conocimientos técnicos escasos). Tampoco tienes que estar al día de lo último en Internet – créenos, ¡nunca darás abasto!

Lo más difícil a la vez que importante consiste en tener conversaciones frecuentes con tus hijos sobre sus vidas. Recuerda, las empresas de Internet, redes sociales, proveedores de juegos y consolas y el resto del mundo online pueden ayudarte a establecer límites de contenido, pero éstos no estarán pensando en lo mejor para tus hijos necesariamente.

La persona idónea para mantener a tus hijos a salvo en Internet eres tú. Una charla sobre cómo estar a salvo en Internet puede ser un excelente vehículo para construir una relación positiva y de confianza con tu hijo.

Fuente: es.vpnmentor.com

Accidentes cerebrovasculares: causas y tipos




La patología cerebral vascular es la más frecuente de las enfermedades neurológicas.De hecho, suponen hasta un 50% del total. Además, es la tercera causa de muerte en el mundo, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer. Una de estas patologías son los accidentes cerebrovasculares, conocidos también como ictus, apoplejías o strokes. 

Estas anomalías cerebrales causadas por un proceso patológico de los vasos sanguíneos suelen comportar alteraciones neurológicas. El encéfalo depende del riego sanguíneo, por lo que, cuando se detiene el flujo sanguíneo en una determinada región durante unos cuantos minutos se produce daño neuronal. De persistir, continúa en la necrosis neuronal y provoca una lesión irreversible. 

¿Cómo detectar el daño de una patología cerebrovascular? 

Por un lado, se puede detectar gracias a las pruebas radiológicas aplicadas por los médicos y neurólogos. Por, ejemplo, un TAC o una resonancia magnética pueden aportar mucha información acerca de las estructuras cerebrales que se han visto afectadas. 

Además, es importante que el psicólogo realice una exploración neurológica. De esta manera, podría obtener indicios que no pueden ser detectados por pruebas radiológicas, como cambios en el comportamiento. Ambas son necesarias para un diagnóstico más completo y riguroso. 

Características del accidente cerebrovascular 

Es un tipo de patología cerebrovascular formada por un grupo heterogéneo de trastornos en los que se produce una lesión cerebral por un mecanismo vascular. Su prevalencia ha aumentado durante las últimas décadas, debido a una mayor detección de casos por el uso de las técnicas de neuroimagen. También el estilo de vida contribuye a este incremento. 

Los principales factores de riesgo son aquellos procesos que facilitan la acumulación de grasas en los vasos sanguíneos, su calcificación o pérdida de flexibilidad. Es decir, la hipertensión, el colesterol, la diabetes o el tabaco. Son más frecuentes a partir de los 60 años. El ACV provoca la interrupción del flujo sanguíneo de una parte del cerebro. Esa falta de oxígeno mantenida en el tiempo en el área afectada provoca lesiones o muerte del tejido cerebral. 

Cómo se manifiestan los accidentes cerebrovasculares 

Los síntomas de los ACV se suelen presentan sin dolor y suelen ser transitorios, por lo que a menudo no son diagnosticados. No obstante, su manifestación suele darse en el lado opuesto del cuerpo al hemisferio afectado. Por ejemplo, si se produce una disminución del riego sanguíneo en la parte derecha del cerebro, las consecuencias tenderán a manifestarse en la mitad izquierda del cuerpo. 

Además, suele producirse una pérdida de fuerza o sensación de adormecimiento en una mitad del cuerpo (cara, brazo, pierna…). También una pérdida brusca de visión, parcial o total en uno o ambos ojos. Y dificultad para hablar y comprender. 

Tipos de ACV o ictus 


El accidente cerebrovascular produce una disrupción del flujo sanguíneo normal cerebral. Es lo que se conoce como infarto cerebral, que puede ser causado por obstrucción (ictus isquémico) o por hemorragia (ictus hemorrágico). Ahondemos en ambos tipos. 

Ictus isquémico (obstructivo) 

La causa del accidente cerebrovascular isquémico es la interrupción del flujo sanguíneo debido a una obstrucción del vaso sanguíneo. Un coágulo circula por el vaso sanguíneo en dirección al cerebro, se ancla en algún punto de la arteria y provoca la obstrucción. Al llegar menos sangre, llega menos oxígeno y esto provoca daños en la zona no irrigada. 

Las causas de este tipo de ictus son la falta de irrigación sistémica, trombosis o embolia. 

· Trombosis: se origina cuando un coágulo de sangre superpuesto a un ateroma (una capa de grasa solidificada) estrecha el vaso sanguíneo cerebral. Pueden aparecer repentinamente. 

· Embolia: un coágulo, formado en el corazón o como fragmento de un trombo, se libera al torrente sanguíneo y bloquea una arteria distal. 

Ictus hemorrágico 

A diferencia del anterior, la tasa de mortalidad de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos es superior a los isquémicos. Aproximadamente, entre el 30 y el 50% de los que sufren este ACV, mueren en el primer mes después de sufrir la hemorragia. 

La gravedad en este caso es mayor porque la sangre derramada también puede provocar daños. Es decir, la hemorragia en sí es un factor de daño. La causa es el derrame cerebral por rotura de la pared debilitada de una arteria. Los mecanismos que producen la rotura de un vaso son esencialmente dos: aneurisma o hipertensión. 

· Aneurisma: es la dilatación, ensanchamiento, abombamiento localizado de un vaso sanguíneo, como consecuencia de la debilidad congénita de la pared de una arteria. Como consecuencia, la sangre empieza a llenar el espacio subaracnoideo y, como el cráneo no tiene un volumen flexible, aumenta la presión intracraneal. Produce secuelas graves. 

· Hipertensión: incrementa el riesgo de una hemorragia intracerebral, es decir, la sangre se libera propiamente al cerebro y comienza a dañar diversas áreas. El porcentaje de fallecimientos es del 80% y hay riesgo de quedar en estado vegetativo.

La prevalencia de los accidentes cerebrovasculares es actualmente de un 3,5% de la población mayor de 64 años. De los 65 a los 74 años hay mayor presencia en los hombres. Pero, a partir de los 75, la prevalencia aumenta significativamente entre el género femenino. 


Bibliografía : Junqué, C. y Barroso, J. (2009). Manual de neuropsicología. Madrid: Editorial Síntesis. 

Autor: Sara Clemente 

Fuente: La mente es maravillosa.